1
A vino bueno sabían sus besos
y la noche era cielo en el oleaje de las sábanas
así las horas eran cuervos perfectos
surcando la oscuridad brillante de la eternidad.
y la noche era cielo en el oleaje de las sábanas
así las horas eran cuervos perfectos
surcando la oscuridad brillante de la eternidad.
2
Me bebí el vino de sus ojos,
el vino negro más noche que la noche
y al comprobar que entre sus piernas
se hallaba el mar
supe que la resaca sería interminable.
Me bebí el vino de sus ojos,
el vino negro más noche que la noche
y al comprobar que entre sus piernas
se hallaba el mar
supe que la resaca sería interminable.
1 comentario:
dulce resaca, dulce vino, buenos versos compañero.
Fuerte abrazo!
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