Escúchame en la llama de tu lamento soy un perro tuerto y tengo hambre de comerme las hormigas mas gordas del cementerio, fui una princesa que besaba a mordiscos y hasta aquí hemos llegado le dijo apurando el vaso de whisky
Primavera anochecía sobre las sábanas y tú decías libélulas y arácnidos letalmente bellos y un gato maullaba con un bozal de espinas y tu piel era agua lunar para mi lengua.
Afirmo que no es tristeza que es solo luz malentendida, que soy porque fui sin tener conciencia de haber sido, que tú eres mi camino como yo soy tu camino que el camino es que queramos ser, que la lluvia es una bendición que el paraguas no es ni siquiera una respuesta, que estoy vivo, vivo como un vírus.
Siempre en la búsqueda no soy yo repito no soy yo,, no es a mi a quien debeís preguntar por mi, yo solo sé, sólo quiero saber de los otros, otrarme, navegar en los barcos que veo zarpar, gemir con tu voz cuando te corres conmigo.
ama lo que ames sin mesura aprende a olvidar los miedos que te inculcaron, vas a salvarte en los cuerpos que complazcas poca mas filosofia sirve para vivir.
Voy por el bosque esperando los ojos ciegos de la muerte, los ojos que al haber visto todo todo lo ven y voy andando entre quisiera que fueran cipreses escuchando a las criaturas esconderse. Voy con la cabeza llena de Pizarnik y de Pavese y de Ginsberg y de Panero y voy inventándome un camino porque el camino hasta ahora no ha sido mi camino y porque en esta invención que me lleva hacia la muerte jamás estaré solo.