
cuando el veneno sabe mal
y el sexo es lejana ilusión
y no dejan de sonar
las irritantes ambulancias
agarro el bolígrafo
hasta casi romperlo
lo apoyo en la blancura
único cielo existente
y es ahí tinta y papel
donde hallo el templo
en el que felizmente
se pudren todas las religiones.
y el sexo es lejana ilusión
y no dejan de sonar
las irritantes ambulancias
agarro el bolígrafo
hasta casi romperlo
lo apoyo en la blancura
único cielo existente
y es ahí tinta y papel
donde hallo el templo
en el que felizmente
se pudren todas las religiones.
3 comentarios:
Amén, hermano.
te mereces una hostia:
el cuerpo del cristo de los poetas
aunque tu ya estás redimido de los pecados del verso amigo
un abrazo!
Puro y duro.
Publicar un comentario