El narrador observa a la muchacha
cómo su pelo levemente ondea,
cómo su cuerpo dibuja
varias curvas peligrosas
después el narrador se abstrae
como es obvio debido a cualquier casualidad
y se detiene por ejemplo
en una mosca,
de la mosca extrae brillos
o el casi acompasado
movimiento de las patas delanteras,
tras esto el narrador
regresa al objeto de su relato,
merodea por la imagen con ojos ajenos
un preciso gesto lo subyuga
y vuelca sobre su descripción
esperanzas, dudas, determinación,
silencio.
El narrador observa a la muchacha
cómo su pelo levemente ondea.
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